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lunes, 8 de agosto de 2016

¡Qué nos quiten lo bailao!



Así concluía emocionado mi relato “La importancia de la C” tras la heroica semifinal del Europeo en aquel inolvidable septiembre francés en que “todos fuimos Pau”.

Bien, ya en el presente nos situamos ante nuestro “último baile” (que diría Phil Jackson) porque ellos como nosotros han perdido lozanía por el camino, han tintado sus cabellos de sus primeras canas y por sus rostros asoman tímidas ciertas arrugas. Cada estío los cuerpos llegan más resentidos, ya no duelen los pies, molestan hasta las zapatillas. Pero en verano nos han sacado de marcha puntuales. ¿Quién no ha soñado tener la cara sucia de Navarro para idear travesuras, la imaginación de Disney en el Chacho, la garra medieval de Llull cual personaje de Juego de Tronos, los huevos del corral de Felipón, la viveza infantil de Ricky, la pillería callejera de Rudy, el porte marcial de Calderón o la lectura extraterrestre de Pau?

O no conocen el miedo o por sus modos, comportamientos y ademanes jamás lo han demostrado. Con ellos, de no franquear la barrera de cuartos, pasamos a quedarnos a una cuarta de la gloria olímpica definitiva. De torcer el gesto, de desviar la mirada, de acogernos a excusas y exhibir complejos, hemos recorrido una larga vereda con espinas, que nos ha hecho grandes, ganadores, orgullosos, envidiados en todo el planeta. Todo el universo baloncestístico quería ser español y subirse a su banderín de enganche en el intento de derribar el muro NBA.

Aterrizamos en los Juegos con desgaste en las carrocerías, menor frescura (con la física en contra veremos si la química grupal nos saca de atolladeros), menos músculo, tonelaje e intimidación interior (sin Marc ni Ibaka), pero con la alegría pintada en los rostros, el ánimo subido y el compromiso firme. Disfrutaremos de un juego más prosaico que poético y el maestro Scariolo habrá de encontrar soluciones en el libro de su mesilla de noche para paliar flaquezas. Calzaros vuestras raídas Chuck Taylor, que estos chicos llaman a la puerta.

Hagamos un breve ejercicio de historia y repasemos los rivales que nos van a enfrentar.