La proclama de Charly Sainz se antoja el eslogan de una cerveza 0.0: “Sin lesiones y sin Pau Gasol, hubiera sido el mejor jugador de la historia del baloncesto español”. Las palabras de Sergio Scariolo suenan a declaración de amor de las de antes, a rendición en toda regla: “Han pasado 16 años desde que entrevisté a un niño de 19 para llevarlo a mi equipo, y sigo pensando lo mismo… que era el mejor”.
Hablamos del genio de la lámpara maravillosa, del faro que de inicio alumbró a una generación irrepetible, del base puro más completo y clarividente que haya dado nuestro basket. Hablamos de un alquimista de sueños, de exquisito caviar para los más exigentes paladares. Hablamos de talento puro, sin cortar. Hablamos de un perfume embriagador, mimético que durante casi dos décadas ha atraído por igual a entrenadores exigentes, compañeros hechizados y aficionados enamorados. Oro molido a granel. Hablamos de Raúl López. Pidan tres deseos, cierren los ojos y hablemos pues.
Estupendo artículo!! Que recuerdos de mi querida Badalona, cuando podíamos disfrutar de las excelencias de un jugador como Raúl. Enhorabuena!!
ResponderEliminarMil gracias. Badalona permanente cuna de talentos.
ResponderEliminarMuy buen artículo. Mucho basquet por la venas! Un gran homenaje para Raul. Felicidades por tu entrada blogspot!
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegro que te gustara el relato sobre el genio de Vic.
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