viernes, 26 de octubre de 2012

La vuelta de Don Alejandro




Otro a sus años (aunque no lo crean va a cumplir 66 tacos) y con su pasta estaría disfrutando de un cómodo retiro, viendo los toros desde la barrera, pero al señor García Reneses le va la marcha, tiene la droga del basket metida en el cuerpo y ha retornado a las canchas a orilla del Guadalquivir, tras un maquiavélico fichaje, con la salida en verano de Joan Plaza hacia Kaunas y el presumible ascenso de su segundo, el muy válido Diego Ocampo. Al final, o quizá calladamente desde el principio, la junta directiva sevillana decidió que el madrileño ocupara el banquillo cajista este año. Vuelven los caramelos de miel y limón a la ACB.
                                                           
Así  que como estamos de enhorabuena repasaré la trayectoria del que sin duda ha sido el mejor y más innovador entrenador español de baloncesto los últimos treinta años. Sí, antes de que lo diga nadie, ya sé que no ha ganado la Copa de Europa, pero es el más laureado (con el permiso de Lolo Sainz) de los técnicos españoles de la época, a unos cuantos cuerpos del resto.

martes, 2 de octubre de 2012

Landeira, la pionera




Nunca he entendido a los árbitros.

Me explicaré. Quiero decir, no sé lo que alguien tiene que tener en la cabeza para meterse en ese mundillo. El mejor es el que pasa desapercibido, al regular lo insultan y al malo incluso lo llegan a agredir. Son el parapeto, la excusa fácil de entrenadores y jugadores y el desahogo de los aficionados. Por una vez que te felicitan, te increpan diez. Dividen a los hinchas; unos se decantan por faltar a la madre del trencilla, otros se acuerdan del padre. En muchos casos, las descalificaciones se originan incluso antes del comienzo del partido. Tienen un efecto devastador entre algunos; es verlos aparecer y ponerse malos. Me contaron que en la inauguración de cierto estadio de fútbol navarro un espectador, bajo los efluvios del alcohol, cuando el colegiado dio el pitido inicial gritó a todo pulmón: ¡Pero qué hostias pitas!

Sin ánimo de parecer pretencioso creo que es un problema de educación y cultura deportiva. Sin árbitro que medie no hay partido. Se trata de un deportista más, a su manera un tanto masoca, pero primordial e indiscutible. Y los hay muy buenos (el nivel del colectivo en España está entre los mejores de Europa), regulares y malos, como en cualquier otro deporte o ámbito de la vida. Y los mejores pitan a los más dotados, a la ACB, y los más flojos pitan a los jugadores y equipos de menor nivel en competiciones federadas, escolares y municipales. Cometen errores porque por ahora son humanos. Y así hay que entenderlo y hacérselo comprender a chicos y padres.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Un historia de patio de colegio (Claret)



Resultado de imagen de fotos del patio del colegio claret

Corría el año 81. En febrero España se había llevado el susto padre. El día 21 unos guardias civiles habían entrado en el Congreso en nombre de la Patria y habían intentado dar un Golpe de Estado.

El mundo no daba para sobresaltos, el  13 de mayo, un fanático religioso, Mehmet Ali Agca, pretendió asesinar de un disparo a corta distancia al Papa Juan Pablo II mientras éste saludaba a los fieles en la Plaza de San Pedro. A mi abuela Juana, que era una castellana recia, dura como el pedernal, casi la da algo. ¡Joder con la movida de los ochenta! 

Como todos los años en septiembre daba inicio el curso escolar y en un colegio de Madrid, el Claret, comenzaban las clases y por ende la temporada deportiva. El centro, ubicado junto al edificio de Torres Blancas en pleno distrito de Chamartin, era por volumen de alumnado uno de los más grandes de Madrid. Toda la clase media del popular barrio de la Prospe ahorraba sus buenas pesetas para que los curas dieran a sus hijos una buena educación. Por entonces era un colegio de pago para chicos. Ahora es concertado y mixto.

En cuestión de deportes era conocido por el judo, la gimnasia (Fiyo Carballo impartía clases en la segunda etapa de la EGB y del colegio salieron un montón de campeones de España que luego acudieron a los Juegos Olímpicos) y el baloncesto.

domingo, 2 de septiembre de 2012

¡Qué altos son!



Hace ya unos cuantos años, a mediados de los ochenta, el concejal o responsable de deportes de uno de los ayuntamientos de la sierra madrileña que tenía un conocido en el Real Madrid, se emperró en que los juveniles fueran a jugar un partido a la localidad. Una vez cuadradas las agendas, y para facilitar el desplazamiento, propuso al club recoger a los chicos y entrenadores en el Santiago Bernabeu. El día acordado, un sábado por la mañana, se presentó con un autobús acompañado de otros tres miembros del consistorio. Los chavales fueron subiendo al autocar y los cuatro se sorprendieron de la altura y fuerza de los mismos. Como el viaje iba a durar alrededor de una hora y el interior del vehículo era muy cómodo, decidieron echar una partidita de mus. En la segunda mano, uno de ellos, después de cortar, lanzó el siguiente comentario:

-          ¡Qué altos son!
-          Normal, tú. Qué quieres, son del Madrid, y a éstos los han alimentado mejor que a nosotros- sentenció el cabecilla. Y ahí quedó la cosa.

martes, 21 de agosto de 2012

Il monumento nazionale




Cuando lea esto algún amigo mío me dirá que estoy tonto o que se me ha ido la chaveta, pero echo de menos a la selección italiana en las últimas competiciones internacionales de baloncesto.  Su orgullo y calidad la reconozco en una Argentina ya mayor, pero siempre competitiva. Los apellidos de su quinteto titular, Prigioni, Scola, Ginóbili, Delfino y Nocioni, sugieren su ascendencia transalpina y su modo de comportarse en cancha hace que el albiceleste de sus camisetas se tiña cada vez más azzurri.

La vieja y bella Italia no pisa un podio desde los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004, tras caer en la final ante la mejor Argentina de la historia, que en semifinales se deshizo del combinado NBA norteamericano. Desde entonces o ha faltado como en los Juegos de Pekín o Londres o no ha pasado del noveno puesto. Lamentable para un país con su tradición y con tres jugadores en la mejor liga del mundo, Gallinari, Belinelli y Bargnani (flamante nº1 del draft). Sería largo y tedioso analizar las causas del fracaso: Lega poco competitiva, desplome económico de sus ciudades y equipos representativos (Bolonia, Varese, Caserta, Milán), falta de carácter o compromiso de sus mejores jugadores, evaporación de los jugadores de clase media (antes Premier, Sacchetti, Villalta, Magnifico, Pittis, Costa, Vecchiato, Gilardi, Binelli etc…) que tanta intensidad aportaban, ausencia de bases que lleven con mano firme al bloque (añoro a Marzorati y recuerdo a Brunamonti y al certero Gentile), de pistoleros del calibre de Antonello Riva (qué duelos con Epi) o Carlton Myers, o de hombres altos de la versatilidad de Fucka o del carácter ganador de Meneghin.

Ahí me detengo y profundizo, en el gran Dino. Su historia es la más longeva del baloncesto mundial, con permiso de Darryl Middleton que a sus 46 años es pretendido por el Alicante. Llegó un momento en que el baloncesto pareció embalsamarlo. Corrió la leyenda de que los dos dinosaurios del deporte italiano, el portero de la Juve, Dino Zoff, y el baloncestista Dino Meneghin, había hecho un pacto con el diablo (en el caso de nuestro personaje tenedlo por seguro) para alargar su vida deportiva. Pasaban los años y éste seguía compitiendo en una especie de transmutación biológica, de chaval se manifestaba como un veterano y de viejo parecía un chaval. Compartió cancha con tres generaciones. Cumplió 28 temporadas en la élite, tantas que llegó a jugar contra su hijo.